Los líderes de los países de la ribera sur del Mediterráneo reclamaron a sus vecinos del norte y más desarrollados un trato de igualdad, especialmente en materia de movilidad y acceso de los inmigrantes a la educación. Esta fue una de las conclusiones más destacadas de la declaración política sobre Educación y Migración expuesta en marco del Congreso Internacional Diálogo Sur-Norte sobre el Mediterráneo, que se clausuró ayer en Alicante.
El congreso ha sido la puesta en escena de la Casa del Mediterráneo, institución con sede en la ciudad de Alicante. El estreno del flamante organismo sociocultural se ha visto empañado por la menor presencia, a la inicialmente anunciada, de representantes del Gobierno, y el casi vacío de la Generalitat Valenciana. Al final el elenco de figuras estelares se redujo a la participación, el viernes del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. El jefe la diplomacia española hizo un llamamiento a la sociedad para reflotar el antaño protagonismo del área mediterránea.
La declaración sobre Educación y Migración fue presentada por la enviada especial de la Biblioteca de Alejandría, la egipcia Iman El Kaffass. Entre otras recomendaciones, el documento destaca la creación de una Universidad Euromediterránea en el sur y pide a los países de esta latitud mejoras en los programas de alfabetización y a los del norte reconocer a sus vecinos como "socios igualitarios" y que homologuen sus títulos universitarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de noviembre de 2009