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Francia protege a los dos 'chacales' reclamados por la justicia española

Apresados en Manresa, el país galo no los detuvo pese a conocer su domicilio

La orden de busca y captura internacional dictada en 2004 por la Justicia española contra Christian Piazzole y Rachid Chaouati, dos agentes secretos franceses a las órdenes del general Philippe Rondot detenidos con armas de guerra en Manresa, es papel mojado en Francia. Durante dos años Chaouati ha residido en el mismo domicilio en Marsella que facilitó a los Mossos d'Escuadra y que figura en el expediente judicial sin que la policía francesa se presentara a detenerlo, según ha podido comprobar EL PAÍS gracias al testimonio de varios vecinos.

Rondot logró que la fiscalía de Barcelona pusiera en libertad a sus hombres con su compromiso personal de que regresarían para responder ante un tribunal español. La acusación reclamaba siete años de cárcel para ellos. No acudieron a la vista y Rondot tampoco ha sido llamado por la Sección V de la Audiencia de Barcelona para responder de su palabra. El objetivo que buscaban Piazzole, un chacal francés, y su ayudante Chaouati, es un misterio.

"Nunca ha venido la policía a buscarlos", dice en Marsella un vecino

En el número 28 de la calle Fréres Bartelemy, un barrio de clase media situado a cinco minutos en coche desde el centro de Marsella, nadie conoce la historia oculta de Rachid Chaouati y Karima Achep, matrimonio argelino afincado en Francia.

El apellido del agente secreto todavía permanece en el contestador automático de la vivienda sin ascensor, un apartamento de unos 30 metros cuadrados donde Rachid ha recibido correo hasta hace seis meses. Todos les recuerdan. A él, embutido en su uniforme azul de guarda de seguridad y a ella con el hiyab y su inseparable y desgastado Corán. "Nunca ha venido la policía a buscarlo. El edificio es muy pequeño y nos habríamos enterado. Usted es la primera persona que viene a preguntar por él", dice un vecino.

"Se marcharon en 2006 y no dijeron a nadie adonde iban. Llevaban una vida discreta y tranquila. Él era un hombre amable, gentil y educado. Te ayudaba a subir las maletas y te protegía si alguien te molestaba. Ella siempre iba tapada y rezaba en su casa y en la mezquita", relata una vecina. "¿Adónde vas pintada así? ¿Por qué no te vistes de otra manera? ¡Mira que Dios nos está viendo desde el cielo!', nos decía Karima. Era muy religiosa, quería convertirnos y estaba totalmente sometida a su marido", describe otra mujer cuyo rostro se muda cuando se le exhiben las fotografías.

Una imagen diferente al perfil desenfadado que exhibía Karima, el 18 de abril de 2002, cuando fue detenida junto a su marido en un control policial en las inmediaciones de Manresa.

En el Audi 80 en el que circulaban la policía localizó un tubo de PVC donde escondían un rifle monotiro de fabricación artesanal, con silenciador y mira telescópica láser, asi como una pistola Ruger del calibre 22 Long Rifle y la numeración borrada. Rachid tenía que esconder las armas en un zulo donde las recogería Piazzole. La policía cree que el objetivo de los agentes franceses era un islamista o un corso.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de noviembre de 2009