Barcelona
Ángel Castejón tiene 54 años, dirige una oficina de Caixa Sabadell, donde lleva trabajando dos décadas, y ésta no es su primera fusión, ya que vivió la de los bancos Bilbao y Vizcaya. En 2010, cuando cumpla los 55, ya tiene claro que empezará una nueva etapa y se acogerá a la prejubilación. "Lo veo como una gran oportunidad, casi como una aventura. A esta edad me siento con vitalidad para hacer un montón de cosas. Me encanta la fotografía, echo en falta viajar y tengo planes para implicarme en actividades de voluntariado", comenta.
Las prejubilaciones, sí, tienen un coste económico. "No todos ven las condiciones igual de bien o de mal. Pero en muchos casos no podemos quejarnos de los sueldos. Tal como está el patio somos privilegiados", señala. En su caso, el sueldo asciende a 57.000 euros al año, excluidas las aportaciones a planes de pensiones. La prejubilación le dejará con una retribución que rondará entre el 85% y el 87% de su sueldo neto. "Tener tiempo para hacer tantas cosas y una paga mensual asegurada...". Así será hasta los 65. La nueva caja que surja de la suma de Sabadell, Terrassa, Girona y Manlleu se hará cargo de las pagas. "En el mundo financiero se respira tensión y preocupación por la crisis galopante. Estará bien alejarme de ello", suspira.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de noviembre de 2009