En 2001 la imagen era la de una parcela vacía, un terreno baldío dividido por un muro de hormigón. Sólo tres años después una fotografía área permitió detectar el levantamiento de ocho viviendas unifamiliares, la mayoría con piscinas. En su momento, el Ayuntamiento de Chiclana (Cádiz) abrió contra sus promotores expedientes sancionadores pero pudieron terminar esas casas sin problemas.
Cinco años después la Policía Autonómica, y gracias a una denuncia de la Fiscalía, ha podido demostrar la irregularidad de esas casas. También ha podido constatar que para dar apariencia de legalidad se falsificaron los certificados de obra para dar una mayor antigüedad a las casas y así conseguir que prescriba el delito de infracción urbanística. La investigación ha terminado con ocho detenidos, la mayoría constructores y propietarios, pero también un arquitecto técnico que selló presuntamente la falsa fecha de construcción a cambio de dinero. A este profesional le constan otras tres imputaciones anteriores por hechos similares.
Denuncia de la Fiscalía
Las indagaciones comenzaron este verano a instancias del Juzgado 4 de Chiclana. Allí se había presentado una denuncia de la Fiscalía de Medio Ambiente sobre una finca dividida en nueve parcelas, todas ellas con construcciones en su interior, excepto en una de ellas. La parcela está situada en la zona conocida como Pago del Humo, donde abundan las casas levantadas sin licencia. Estas edificaciones están situadas en el camino del Pozo Juncal, un suelo clasificado como no urbanizable no especializado.
No es la primera vez que se produce un caso similar. Desde hace más de un año el Ministerio Público, con la colaboración de la Guardia Civil y la Policía Autonómica, ha sacado a la luz operaciones de obra nueva, en la que se falsifican certificados para engañar con la antigüedad de las casas. Una herramienta muy útil para demostrar este tipo de delitos son las ortofotografías, imágenes tomadas desde el aire en años diferentes. Una comparativa permite demostrar en qué año se levantaron las edificaciones.
Es lo ocurrido con este caso. Los agentes pudieron identificar a todos los titulares de las viviendas. A través de su testimonio se localizó a un promotor, que convenció a estos compradores para declarar en conjunto las obras nuevas en notaría y llevarlas al registro de la propiedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de noviembre de 2009