Un año después de constituirse la ponencia sobre el Estatuto de Castilla-La Mancha en el Congreso, el PSOE se ha plantado y ha lanzado un ultimátum al PP: si en una semana no hay acuerdo, intentará sacarlo adelante con otros grupos parlamentarios. Si no hay respuesta de los populares, los socialistas pondrán en marcha el proceso en la Comisión Constitucional. Es decir, es posible que el Estatuto de Castilla-La Mancha sea aprobado con los votos de los nacionalistas catalanes, vascos o gallegos y la oposición del PP.
El proyecto de Estatuto llegó al Congreso con acuerdo de origen entre el PSOE y el PP, pero con un escollo fundamental: la fecha de caducidad del trasvase Tajo-Segura que las direcciones nacionales de los partidos no aceptan.
Los dos partidos iniciaron la negociación en el Congreso, pero un año después no hay acuerdo y el Estatuto está bloqueado. Desde hace meses no hay siquiera contactos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de noviembre de 2009