José Emilio Pacheco
Una gloria literaria, un triunfo moral
Los periodistas no aplauden. Cuando termina de hablar el político, la estrella de cine o el escritor de turno, cierran las libretas y salen pitando como alma que lleva el diablo con su pequeño tesoro de frases redondas. Sin embargo, ayer, en Guadalajara, y a pesar de las urgencias propias del oficio, cuando el poeta José Emilio Pacheco terminó de responder a las preguntas, los periodistas se pusieron de pie y dedicaron un aplauso largo.