La arena de la playa de Carchuna (Granada) amaneció todavía ayer llena de miles de kilos de pepinos, fruto de la protesta mantenida la semana pasada por los agricultores de Motril debido a los bajos precios a los que tienen que vender la hortaliza. Los agricultores pararon su protesta el domingo hasta ver cómo evolucionan los precios y unos operarios empezaron ayer a recoger los pepinos, que se van a utilizar para abono. Mientras, en Almería, los productores de frutas y hortalizas plantearon ayer una nueva medida de presión: interrumpir la comercialización de todos los productos cuyo precio en origen sea inferior a los 30 céntimos el kilo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de diciembre de 2009