Ben Bernanke se enfundó los guantes en plena ofensiva del Congreso de EE UU para recortar poderes a la Reserva Federal (Fed). El presidente del banco central no sólo defendió sus méritos para seguir otros cuatro años más en el puesto, sino que tuvo que hacer frente a unos senadores escépticos hacia el papel que debe jugar la institución en la futura estructura reguladora.
El primer mandato de Bernanke expira el próximo 31 de enero. Aunque su designación no está en duda, su primera reacción al colapso del mercado hipotecario y el posterior rescate masivo de Wall Street fue terreno abonado para que los legisladores le acribillaran a preguntas.
Y es que una cosa es que siga al frente y otra analizar la Fed con la que le tocará lidiar. Y para evitar que le corten las alas, Bernanke recordó a los senadores que la Fed desempeñó un "papel central" para estabilizar los mercados y salir de la recesión tanto dentro como fuera de los EE UU.
El que no dudó en salir ayer en su defensa fue el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, quien dijo que EE UU es afortunado de haberle tenido durante la crisis. Geithner dijo ayer que es vital que EE UU reduzca su déficit público (el 10% del PIB) y su intención es llevarlo al 3% del PIB en el medio plazo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de diciembre de 2009