Cambian las reglas. Si ahora hay que pedir una serie de permisos para después abrir una empresa o prestar un servicio, en unos meses será al revés: se comienza la actividad y ya vendrá la Administración a comprobar que todo está en orden. Para eso aprobó ayer el Consello de la Xunta el anteproyecto de la ley ómnibus, que adapta 24 normativas gallegas a una directiva europea.
Como ejemplo, el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, expuso que para crear una Pyme se sustituirán 50 permisos por una revisión administrativa a posteriori. "Será la Xunta la que se adapta a las necesidades de la gente y no al revés", dijo. La ley también prevé medidas como el silencio administrativo positivo "para agilizar trámites".
El anteproyecto se convertirá en ley en vigor a principios de 2010, cuando podrán comenzar a prestarse servicios y abrir empresas con "menos exigencia burocrática". Rueda subrayó que el texto se ha redactado "en tiempo récord, ya que no había nada hecho" cuando el PP llegó al Gobierno.
Pero, en opinión del Consejo Económico y Social de Galicia, se ha hecho demasiado rápido. Se queja de que ha tenido que elaborar un dictamen de urgencia sobre el anteproyecto sin todos los elementos necesarios y expone "las dificultades existentes para dictaminar una norma que se refiere a otras en tramitación".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de diciembre de 2009