El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, advirtió ayer de que el sistema vasco de salud "no está preparado para la actual epidemia de enfermedades crónicas", que afectan ya al 70% de las personas mayores y suponen casi tres cuartas partes del gasto sanitario. Una compleja situación, derivada del envejecimiento de la población y el incremento de la esperanza de vida, que obligará a "reorganizar" la atención médica y a "priorizar" las prestaciones, ya que la sanidad absorbería "más de la mitad" del presupuesto de Euskadi de continuar el modelo actual de gestión. El reto pasa por "estratificar" a los ciudadanos "en función del riesgo para incidir en quien más lo necesita", porque "no da para todo".
Durante una conferencia en el Forum Europa en Bilbao, el consejero descartó como alternativa el sistema de copago, ya que "perjudica a los que menos tienen y no sirve para financiar realmente la sanidad, sino para disuadir en la demanda". Algo que prefiere conseguir a través de la "educación". Bengoa lamentó la "brutal demanda" de atención primaria que soportan los ambulatorios vascos, la más alta de los países desarrollados con una media de diez visitas por persona al año, y abogó por formar a unos pacientes menos pasivos, que aprendan a "gestionar sus patologías" para contribuir a una mayor "eficiencia" del sistema.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de diciembre de 2009