Las fotografías de Thomas Demand (Munich, 1964) parecen bodegones industriales. Los objetos se acumulan con un aire irreal. Cada pieza (una silla, una cámara, una cortina, un juguete) es una evocación, un recuerdo y, a veces, un homenaje. Después de inaugurar una retrospectiva en la Nationalgalerie de Berlín, Demand expone una selección de sus últimos trabajos en Helga de Alvear (Doctor Fourquet, 12), hasta el 10 de enero.
Escultor en origen, el artista alemán centró su actividad en la fotografía a comienzos de los noventa.
Los trabajos que expone en Madrid tienen que ver con la reciente historia del mundo y la memoria personal del autor. Una de las fotografías más sorprendentes es Heldenorgel (El órgano de los héroes), donde reproduce el monumento a la memoria de las víctimas de la I Guerra Mundial de Kufstein (Austria). En la obra titulada Haltestelle recrea una típica parada de autobús de un pequeño pueblo llamado Loitsche, en la que solían reunirse los hermanos Kaulitz y donde decidieron formar la banda Tokio Hotel.
Fotoecke (Fotomatón) es una especie de reconstrucción de lo que fue un estudio para fotografiar a los presos en el penal de Gera. La obra más personal es Kinderzimmer (La habitación de los niños), una fotografía íntimamente ligada a su pasado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de diciembre de 2009