A media tarde salí para bajar dos cajas llenas de basura. El esfuerzo descomunal de la mudanza estaba convirtiendo la realidad en algo que, pese a su parecido, pese a que casi coincidía con sus proporciones, no era exactamente lo real. No es posible describirlo; pero si lo fuera, la descripción se acercaría a esto: un monstruo polimorfo cuya vastedad inconmensurable le permitía transformarse en un doble casi perfecto de la realidad perceptible.
Casi. Porque en los márgenes de la duplicación el lector atento podía detectar que el doble y el original no encajaban perfectamente. Así, al abrir el contenedor de la basura, en la esquina de la calle de Ausiàs March con Roger de Llúria, observé que no en todas las bolsas el volumen coincidía con la forma, como si los deshechos se negaran a asumir la imagen adjudicada. La basura se revela, pensé; y se rebela. Lo real se negaba a seguir asumiendo su condición de simulacro. La imagen estaba retrocediendo. Compré agua. Y en efecto: la etiqueta de Fontbella mostraba claramente su incomodidad ante su representación del agua mineral. Existía un divorcio explícito entre la tipografía, los colores y los dibujos y el contenido del envase. La realidad y el monstruo habían dejado de estar superpuestos: unos milímetros de distancia los separaba.
Entonces, sin darme cuenta, me vi inmerso en una protesta ciudadana. Me rodeaban jóvenes, algunos solos, otros en pareja, otros con perros, con predominio de la camiseta de rayas (rojas y negras). Gritaban: "Saura, dimissió". Parecía una protesta universitaria. Unas 500 personas contra Bolonia, contra la privatización de la enseñanza, contra la entrada de la policía en las universidades. Causas nobles, pensé. Pero entonces empezaron a revelarse los desajustes. Aquel cuarentón barbudo no podía ser un estudiante de verdad. Y, sobre todo, no podía ser real aquel lema que repetían a voz en cuello: "Més escoles i menys pistoles!". Tal como entré, salí. Volví a la nueva casa. Y al comprobar que la puerta coincidía exactamente con el umbral, suspiré, aliviado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de diciembre de 2009