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Ares recuerda a los amenazados en el día de los Derechos Humanos

El terrorismo etarra es la violación más "grave y sistemática" contra los derechos humanos que sufre Euskadi, sostiene el consejero de Interior, Rodolfo Ares. En un artículo con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se celebra hoy, coincidiendo con el 61º aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, el consejero señala a ETA como "el principal obstáculo que impide la materialización del principio de la diversidad y del pluralismo en el interior de nuestro territorio".

Para Ares, el lema escogido por la ONU para la ocasión -Vive la diversidad, termina con la discriminación- tiene una "evidente" aplicación a la realidad vasca. La pluralidad y la "diversidad cultural y política", que, según el consejero, son dos elementos definitorios del País Vasco "desde tiempo inmemorial", están amenazados "por la amenaza sobre las personas que no comulgan con el totalitarismo de quien sueña con un pueblo monocolor, monolingüe y de identidad única".

Una amenaza triple, añade, porque es en primer lugar un ataque contra las personas; en segundo lugar, "un ataque contra la sociedad vasca y el sistema de libertades que regula su convivencia", y en tercer lugar, "porque los terroristas, con su ejecutoria criminal, lo que pretenden sobre todo es terminar con la diversidad política y con el pluralismo sociocultural que es inherente a quienes convivimos en este país".

"Anomalía social"

El consejero añade que "la única razón" que explica la pervivencia de ETA es su afán por "exterminar y hacer desaparecer a las personas que, a su juicio, no merecen formar parte del pueblo vasco" y "que hacen imposible su sueño emancipador y genocida". En ese sentido, recuerda a los "cientos de personas que viven en libertad vigilada, con sus derechos básicos en cuarentena y en serio riesgo por la amenaza terrorista". Esta realidad es "una llamada de atención a la conciencia colectiva sobre un problema que, si bien forma parte del paisaje cotidiano, no deja de ser, por ello, una grave anomalía social".

Ares concluye señalando que el lema de la jornada es un buen motivo para reflexionar sobre cuestiones como la inmigración, el racismo, la homofobia o la discapacidad, pero también "una magnífica oportunidad" para cada uno de los ciudadanos vascos "revisemos nuestro compromiso moral con los amenazados".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de diciembre de 2009