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Demasiado flexible para acuerdos

"La Conferencia de Presidentes es el órgano de máximo nivel político de cooperación entre el Estado y las Comunidades Autónomas y ocupa la cúspide del conjunto de órganos de cooperación multilateral". Esta es la descripción que ofrece en su web el Ministerio de Política Territorial sobre la cumbre de mañana.

Añade que "su funcionamiento es flexible y sus decisiones se basan en el principio del acuerdo de los miembros". La experiencia hasta ahora dicta que flexible es, pero también que el sistema para adoptar acuerdos era, hasta ahora, su principal debilidad.

Las primeras tres conferencias pasarán a la historia por la limitación de sus acuerdos. El 28 de octubre de 2004 se celebró la primera. Zapatero anunció que la cita sería anual y que los acuerdos se convertirían en ley. Ninguna de las dos cosas se ha cumplido. El 10 de septiembre de 2005, la segunda, trató de financiación sanitaria. El Gobierno salió de allí con un "acuerdo" que en realidad era una oferta irrechazable: dar a las comunidades más de 6.000 millones en dos años para sanidad. Las comunidades del PP rechazaron las formas, pero aceptaron la oferta. La frase para la posteridad fue de Esperanza Aguirre: "A caballo regalado, no le mires el diente".

El 11 de enero de 2007 confirmó que no se podía citar a los presidentes a un acto así sólo para hablar. Los del PP se quejaron de que la preparación había sido nula y no sabían de qué iban a hablar. Tras acabar la reunión, el Gobierno presentó como "acuerdos" un programa de inversiones en I+D y la celebración de conferencias sectoriales sobre inmigración y agua. El PP no los reconoció como acuerdos, sino como iniciativas unilaterales. Las sectoriales no se convocaron.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de diciembre de 2009