Socialistas y populares de Andalucía reprodujeron ayer la bronca de los dos grandes partidos a cuenta de la fallida conferencia de presidentes autonómicos del pasado lunes. El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, criticó que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, "no se haya traído un duro" de la cumbre de Madrid y que actuara durante el desarrollo de la misma como el "acólito del fracaso" del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
En un acto de su partido, Arenas se preguntó si Griñán estuvo presente, dado la escasa acogida en los medios de comunicación de las propuestas del presidente andaluz. "Si no fuera porque le sentaron al lado de [José] Montilla [presidente de la Generalitat de Cataluña] y sale en las fotos, podríamos dudarlo", agregó.
Los socialistas a través del consejero de Gobernación, Luis Pizarro, y del secretario de Organización, Rafael Velasco, lamentaron que los presidentes autonómicos del PP optasen por la "obstrucción y destrucción" de un "importante" paquete de medidas para luchar contra la crisis, "que contemplaba 20 aportaciones, 17 de ellas pactadas con el PP", en un momento en que los ciudadanos "demandan soluciones y acuerdos políticos". El mismo argumentario usó el portavoz del Gobierno, Manuel Pérez Yruela.
Velasco dijo que Arenas ha recibido "una gran bofetada" del PP, ya que este partido sostuvo que las comunidades tienen poco que aportar en la lucha contra la crisis "que es lo contrario de lo que sostiene Arenas en Andalucía".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de diciembre de 2009