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Empresarios del naval anuncian una oleada de despidos en 2010

La botella para la patronal del metal está muy vacía. La Asociación de Industriales Metalúrgicos (Asime) con sede en Vigo advirtió ayer de que el sector naval sufrirá regulaciones de empleo "en cadena" el año próximo. A la falta de pedidos, dice la patronal, se une la complicada situación financiera que está ahogando el crédito para los grandes proyectos, los que nutren a los astilleros gallegos.

Aunque ayer mismo Caixanova presumía de haber hecho posible la construcción de buques (dio 1.500 millones en créditos y avales desde el año 2000), la congelación de las operaciones es evidente.

Tras un año "muy malo", con el termómetro de la conflictividad laboral en máximos, los empresarios auguran ayer un futuro peor, para Vigo en particular. El discurso de la patronal ha dado un giro de 180 grados en los últimos doce meses. El que era un sector "puntero" y "anticíclico", con una robustez a prueba de crisis, sólo ha conseguido firmar cinco contratos entre enero y septiembre. Las oscilaciones en el precio del barril de petróleo están desincentivando la demanda de buques sísmicos (que detectan bolsas de gas), que han supuesto millones de horas de trabajo.

Por ello, los empresarios calculan que los trabajadores empezarán a sufrir las consecuencias de este descenso "a partir de febrero o marzo".

Las plantillas en el metal ya han caído hasta los 68.500 trabajadores al cierre del tercer trimestre de 2009, un dato que contrasta con la media de 74.825 gallegos que trabajaban en este sector durante 2008.

Los empresarios de Asime no se olvidaron de repartir catastrofismo en otro de los motores económicos: la industria auxiliar del motor. Cerca de mil contratados temporales no se renovaron a principios de este año en Citroën. Para Asime, los suministradores de piezas "no saben qué va a pasar", cuando se terminen las ayudas públicas a la compra de coches y se desinfle la demanda.

El sector metalúrgico vivió este año una de las más largas huelgas de su historia ante la negativa de Asime y otras patronales a autorizar subidas salariales por encima del 2%.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de diciembre de 2009