Los jubilados Harvey y Paula Darden tenían una carta del congresista de su Estado, Georgia, en la que se les invitaba a visitar la Casa Blanca. Pero se confundieron y se presentaron un día antes de lo previsto en el número 1.600 de Pensilvania Avenue. Los Darden no serían noticia si no fuera porque dos semanas después de que ellos accedieran a la residencia presidencial sin estar en la lista de invitados, otras dos personas se colaron en la primera cena de Estado ofrecida por Barack Obama. Desde el garrafal fallo de seguridad cometido por el Servicio Secreto al dejar entrar sin estar en la lista de comensales a Tareq y Michaele Salahi, se están revisando con lupa todas las entradas anteriores en el recinto. Así se ha sabido que la pareja de jubilados de Hogansville hizo un recorrido turístico en la residencia el 11 de noviembre y además asistió a un desayuno ofrecido a los veteranos de guerra. Durante el acto, Harvey y Paula pudieron estrechar la mano de Obama y hacerse una foto con él. "Yo era el único que no iba de traje", ha contado Harvey Darden. "Le dije a mi esposa: 'estamos en el lugar correcto pero en el día equivocado".
No es inhabitual. En ocasiones, se permite la entrada a actos que se están celebrando en la Casa Blanca a turistas que la están visitando en ese momento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de diciembre de 2009