Las temperaturas que helaron ayer las calles de las tres capitales vascas llevaron a cientos de personas sin techo a ocupar por completo los albergues municipales, que con la llegada del invierno habilitan un total de 120 plazas suplementarias. La ola de frío provocó también el viernes un repunte en la demanda de una cama en la que pasar la noche.
La gestión de estos centros sociales difiere en función del territorio. Así, en Bilbao se da prioridad al centenar de indigentes censados previamente por el Ayuntamiento, que disponen de una habitación durante el invierno. Para acceder al servicio hay que ser mayor de edad y llevar al menos tres meses viviendo en Bilbao antes del 1 de diciembre. Asimismo, desde principios de diciembre se abren las puertas del albergue invernal de Mazarredo, que cuenta con 50 plazas ampliables en caso de necesidad extrema. La capital vizcaína cuenta, además, con 189 plazas en los cinco centros sociales de acogida que funcionan todo el año.
En Vitoria, donde la ola de frío azotó ayer aún con más fuerza, existe una red de tres albergues municipales con 117 plazas, a las que se suman 30 más adicionales con la llegada del invierno. Hay también algunos centros subvencionados parcialmente con fondos públicos que disponen de plazas fijas.
San Sebastián puso en marcha su dispositivo especial el pasado 15 de noviembre, a través del que se habilitaron 40 camas para siete días en el Neguko Aterpea, que se sumaron a las que ya ofrece el centro de acogida. Si las temperaturas bajan de cero grados, la concejalía de Bienestar Social abre el servicio de puertas abiertas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de diciembre de 2009