El clan de Los Jiménez, implicado en la venta de sustancias estupefacientes en la provincia de Pontevedra que fue desmantelado en 2006 y que presuntamente dirigían cinco mujeres, se enfrenta a condenas que suman 92 años de prisión y multas de más de medio millón de euros.
De los 30 implicados en la red que se dedicaba al menudeo de heroína y cocaína principalmente desde el poblado chabolista de O Vao, término municipal de Poio, la Fiscalía Antidroga ha formulado escrito de acusación contra 19 por un delito contra la salud pública y solicita condenas de cuatro a seis años de cárcel.
Ana María Jiménez Jiménez, de 48 años, también conocida como Pilar era, supuestamente, la principal distribuidora de los estupefacientes que compraba a terceras personas y que luego eran adulterados con sustancias químicas. Su domicilio de A Bouza, en Mourente (Pontevedra), era utilizado como base de operaciones.
Según el escrito de acusación, Pilar operaba con sus hermanas, Elisa y María del Carmen Jiménez que se encargaban de distribuir la droga. La cocaína tenía un grado de pureza de tan sólo el 63% y generalmente estaba mezclada con manitol, lidocaína o piracetam para obtener mayor beneficio económico.
En el registro practicado en el domicilio de Ana María Jiménez se intervinieron pulseras, pendientes, anillos y otras joyas que la acusada adquiría como pago por la droga. Todo, dentro de una caja fuerte donde había 60.000 euros, heroína y cocaína en pequeñas cantidades y sustancias para adulterar la droga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de diciembre de 2009