Su última intervención como portavoz de Compromís pel País Valencià no defraudó. Mònica Oltra atacó, como suele, al PP, a cuyos diputados respondió, cuando le echaban en cara la camiseta con la foto de Camps y el lema "Wanted" que lució en un pleno: "La camiseta me la pagué yo, no como otros los trajes". En respuesta al portavoz popular, Rafael Blasco, que le recriminó lo antidemocrático de la crisis de Compromís que llevó al inicio de la legislatura a la escisión de los tres diputados de Esquerra Unida, no se fue por las ramas y le recordó indirectamente a Blasco su antigua militancia en el FRAP al asegurar: "Vengo de una cultura democrática y no violenta. Yo les he mirado directamente a la cara y han tenido que bajarla". Como colofón, añadió. "Entré en esta Cámara con la cara bien alta y me iré con la cara bien alta. El resto es silencio".
Tan shakespeariana despedida -la última frase corresponde al final de Hamlet- no significa que una de las parlamentarias más combativas se vaya de las Cortes. Lo que hace es dejar paso al líder del Bloc, Enric Morera, como portavoz. Ahora Oltra pasa a ser adjunta. Los dos diputados del Bloc, Morera y Josep Maria Pañella, y las dos de Iniciativa del Poble Valencià, la propia Oltra y Mireia Mollà, escenificaron la unidad del grupo tras el pleno al anunciar el cambio de portavoz a causa del pacto electoral alcanzado por ambas formaciones. El grupo obsequió a Oltra un ramo de flores y Morera la calificó como "la David Villa de Compromís". Como futuro cabeza de lista, Morera asumirá más protagonismo público de aquí a las elecciones. "Será difícil mantener el nivel. Lo ha dejado altísimo", confesó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de diciembre de 2009