Los cinco detenidos por el robo de la placa con el lema Arbeit macht frei (El trabajo os hará libres), que presidía la entrada del antiguo campo de exterminio nazi de Auschwitz, aseguran ser ladrones comunes y no tener nada que ver con grupos neonazis, informó ayer la policía polaca.
El robo de la placa el viernes pasado generó duras condenas, especialmente desde Israel y grupos judíos, ante el temor de que pudiera deberse a motivos políticos. Sin embargo, "ninguno de los cinco sospechosos es miembro de un grupo neonazi", indicó Andrzej Rokita, jefe de la Policía de Cracovia (sur), ciudad cercana a Auschwitz.
"Su motivación fue sin lugar a dudas el robo. Posteriormente podremos indicar si el delito se produjo por orden de alguien o si actuaron por su propia iniciativa", añadió en rueda de prensa, en la que precisó que la placa había sido cortada en tres partes.
Según la policía polaca, los sospechosos, de entre 20 y 39 años, tenían condenas previas por varios delitos, incluidos los de robo y asalto físico. Uno de ellos gestionaba su propia empresa de construcción.
El letrero apareció escondido en una vivienda de las cercanías de Torun (norte), partido en tres presuntamente para facilitar su traslado y ocultación. La condición de delincuentes comunes de los detenidos incide en el móvil puramente económico: vender el letrero, una reliquia de la barbarie nazi en la II Guerra Mundial, al mejor postor.
Aunque la información no ha sido confirmada, la emisora RMF FM sostiene que el robo fue acordado previamente por Internet con un coleccionista privado, posiblemente extranjero, interesado en adquirir objetos de la época nazi.
Las autoridades polacas habían hecho de la recuperación del símbolo una prioridad nacional y el museo que gestiona Auschwitz ofrecía una recompensa de casi 40.000 dólares (27.942 euros). La policía indicó que había recibido más de cien llamadas telefónicas ofreciendo información.
"Para nosotros era una cuestión de honor recobrar la placa y demostrar que la policía polaca es efectiva, algo que muchos habían puesto en entredicho tras la desaparición", añadió por su parte el portavoz policial Mariusz Nowak.
Se espera que la placa sustraída pueda volver hoy al campo. Sin embargo, habrá que esperar al dictamen de los conservadores para saber cuándo podrá ser restituida en su lugar original, que ahora ocupa una réplica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de diciembre de 2009