Van por la calle algo hipnotizados, pegados al móvil, lo alzan, apuntan aquí y allá, pero ni hablan ni fotografían. Aumentan el mundo. Lo mejoran, dicen. Son los enganchados a la realidad aumentada, la tecnología que ha triunfado este año en smartphones.
La mezcla en el móvil de GPS, acelerómetro y brújula abre nuevas formas de superponer información sobre imágenes reales. Hay más de 150 aplicaciones en el App Store de Apple y decenas en Android. Destacan las de la empresa holandesa Layar. Su plataforma de desarrollo, la usabilidad de la interfaz y el amplio catálogo de capas de contenido, más de 270, la sitúan por delante de Wikitude, Mobilizy, y Acrossair, que están en la carrera.
Tiendas, bares, restaurantes, transporte público, cajeros... cualquier cosa que necesitemos la podemos localizar al instante con sólo enfocar alrededor. Ideal en museos y exposiciones para informar al visitante y una amenaza (o una oportunidad) para guías turísticas y el GPS del coche. Apuesten a que los TomTom, Nokia y la propia Google moverán ficha en 2010.
El concepto promete en otros terrenos. Sony lo ha trasladado a las consolas con Invizimals, un convincente videojuego para la PSP que funde animación y mundo real. Y en el PC, decenas de marcas, desde BMW a McDonald's, se apuntan a la tecnología para sus anuncios. La realidad está cambiando.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de diciembre de 2009