El contrato para la construcción del aeropuerto de Castellón se revisó el año pasado por tercera vez desde que se adjudicó en 2003 a una unión temporal de empresas formada por FCC, Lubasa, Bancaja, Caja Madrid, Abertis y PGP. La revisión formalizada el 22 de septiembre de 2008, se suma a las efectuadas en 2006 y 2005, y en ella la empresa pública Aerocas (98% de la Generalitat y 2% de la Diputación de Castellón) decide eximir a la concesionaria de construir distintas infraestructuras previstas en el proyecto. Así, la concesionaria no tendrá que construir ni los accesos rodados al aeropuerto, ni instalaciones específicas del centro de emisores, ni la acometida exterior de la red de agua potable, ni la variación del tendido de una línea eléctrica de 132 Kv.
Además, la Generalitat acordó compensar a la concesionaria del aeropuerto -cuyo contrato para la construcción y explotación por 50 años se adjudicó en 2003 por importe de 127 millones de euros- determinadas obras menores con otras obras consistentes en la ampliación de la terminal de pasajeros y de la plataforma de estacionamiento de aviones y la consolidación del subsuelo de una parte de la pista.
Unos cambios que se cuantifican en 23 millones de euros a favor de la concesionaria, de los cuales algo más de 6,5 se consignan como revisión de los precios de las obras efectuadas hasta junio de 2008.
La Sindicatura de Comptes lamenta que, aunque la empresa pública advierte que desconoce cuál será la revisión de los precios de las obras posteriores a junio de 2008, Aerocas tendría que haber hecho una previsión. Los auditores se quejan también de, pese a la importancia del contrato de Aerocas con la concesionaria, no se facilita "información detallada sobre el mismo", hasta el punto de que se incluye un apunte de 64,2 millones como "periodificaciones a largo plazo" sobre la que no se da "ninguna información en la memoria".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de diciembre de 2009