Erik Fosse / A. C.
"La mejor terapia contra el dolor de la guerra es hablar"
La cita no podía ser más navideña: día 24 de diciembre en la plaza del pesebre en Belén, pero el motivo del encuentro con Erik Fosse no puede ser menos festivo. Este cirujano noruego de 59 años fue uno de los dos médicos extranjeros que lograron entrar en la franja de Gaza durante la ofensiva israelí de enero pasado donde operó día y noche sin apenas descanso y vio escenas muy difíciles de procesar, incluso para un veterano en conflictos armados como él.