Los controladores aéreos españoles disfrutan de una remuneración gigantesca, mucho mayor que la de sus homólogos europeos. En consecuencia, la profesión de controlador aéreo atrae a los mejores ingenieros del país.
Mientras en el resto de países europeos estos brillantes ingenieros se dedican a mejorar la productividad de las empresas y a la innovación tecnológica, en España se dedican a controlar aviones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de enero de 2010