Bielorrusia y Rusia no han logrado ponerse de acuerdo para este año sobre los precios del petróleo que el Kremlin exporta a su aliado, y fuentes anónimas de varias compañías rusas han dicho en declaraciones a la agencia Reuters que Moscú ha suspendido el suministro de crudo a las refinerías bielorrusas el 1 de enero, sin que esto afecte al petróleo que va en tránsito hacia Alemania y Polonia.
Las principales refinerías bielorrusas, sin embargo, continúan funcionando normalmente y sus representantes, contactados por la agencia rusa RIA Nóvosti, se abstuvieron de hacer comentarios sobre la información de Reuters.
Mijaíl Barkov -vicepresidente de Transneft, la empresa que tiene el monopolio de las tuberías por las que se exporta el petróleo- confirmó ayer que todavía no hay acuerdo con Bielorrusia, pero subrayó que las negociaciones continúan y confía en llegar a un compromiso.
Ígor Sechin, el viceprimer ministro ruso responsable de los hidrocarburos, había explicado recientemente que Rusia había propuesto continuar exportando libre de impuestos el crudo para las necesidades de los bielorrusos (unos seis millones de toneladas anuales); sin embargo, el petróleo que Minsk reexporta debía ser gravado normalmente. De no llegar a acuerdo, dijo Sechin, a partir del 1 de enero se aplicarían a Bielorrusia las condiciones regulares de exportación, es decir, que todas serían gravadas con el total de los impuestos correspondientes.
Subida de precios
En respuesta, los bielorrusos amenazaron, supuestamente, con elevar los precios de tránsito a 45 dólares (31 euros) por tonelada, diez veces más de lo que actualmente paga Moscú. El año pasado, Rusia exportó por oleoductos a través de Bielorrusia 21 millones de toneladas de crudo.
No es la primera vez que Moscú y Minsk se enfrentan por los precios del petróleo. Hace tres años los rusos suspendieron sus suministros de crudo al país vecino, lo que ocasionó problemas a Polonia y Alemania. Pero Barkov ha asegurado que no se repetirá esa situación.
Las consecuencias que teóricamente podría sufrir la UE por este conflicto serían mucho menores que las que ha causado la suspensión de las exportaciones de gas a través a Ucrania, ya que es mucho más fácil encontrar suministradores alternativos para el crudo que para el gas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 4 de enero de 2010