La nueva distribución territorial que planea el Gobierno tripartido catalán ha llevado la guerra entre Tarragona y Reus, dos localidades regidas por socialistas que pugnan ahora por ser la capital de una de las nuevas veguerías. Tarragona ya salió a la calle, convocada por la plataforma Muévete, para que la nueva veguería se llame como su ciudad, a secas, y no Camp de Tarragona. Reus, por su parte, había reivindicado la cocapitalidad de la veguería en un acto público en un teatro titulado Todos somos capital.
Ayer la cosa pasó a mayores. Catalunya Ràdio, la emisora pública, reunió a los alcaldes de las dos ciudades que, por otra parte, mantienen una rivalidad histórica. El de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, acabó afirmando que su ciudad defenderá "hasta las últimas consecuencias" su rechazo a la doble capitalidad. El edil de Reus, Lluís Miquel Pérez, recordó que la doble capitalidad es posible, como ocurre en la comarca del Vallès, donde la ostentan Terrassa y Sabadell, también rivales históricos.
La ley de veguerías ha echado sal en una herida que en noviembre reabrió la posibilidad insinuada por AENA de que el aeropuerto de Reus incluya en su denominación el nombre de Tarragona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de enero de 2010