El Gobierno iraní aseguró ayer que varios extranjeros fueron detenidos durante los enfrentamientos que se produjeron la semana pasada entre miembros de la oposición y las fuerzas de seguridad. Están acusados de lanzar una "guerra psicológica" contra el régimen.
En las protestas de la semana pasada, las más sangrientas desde las elecciones presidenciales de junio pasado, calificadas de fraudulentas por la oposición, murieron ocho personas, y unos 40 reformistas fueron detenidos, incluidos cuatro consejeros del líder opositor Mir-Hosein Musaví.
"Los extranjeros detenidos entraron en el país dos días antes del día de Ashurá [la fiesta más sagrada del calendario religioso chií, que se celebró el 27 de diciembre]", dijo ayer el ministro de Inteligencia, Heidar Moslehi, en la televisión estatal, sin dar la nacionalidad de los detenidos. Las autoridades iraníes han acusado repetidamente a los opositores de estar vinculados con "los enemigos extranjeros".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de enero de 2010