La Organización Mundial de la Salud ha publicado en diciembre de 2009 su Informe sobre la epidemia global del tabaco (http://www.who.int/tobacco/en/). En la primera frase del informe se asegura que el tabaco es la primera causa de muerte prevenible en el mundo y que mata a cinco millones de personas anualmente (el equivalente a toda la población de la Comunidad de Madrid cada año). Si no hacemos nada, en 2030 matará a ocho millones anualmente y al final del siglo habrá matado a 1.000 millones de personas.
En el informe se recomienda con vehemencia la implementación de áreas cien por cien libres de tabaco en todos los lugares públicos y lugares de trabajo cerrados. Afirman que las políticas de ventilación y designación de áreas de fumadores en estos lugares no son efectivas. Finalmente, se asegura que en todos los países donde se han implementado legislaciones exhaustivas antitabaco el impacto ha sido neutro o positivo para los negocios. Contra todos estos argumentos, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, sí de Sanidad, esgrime la libertad individual y los beneficios empresariales para boicotear las leyes antitabaco españolas. Me pregunto si está a favor de volver al pasado cuando se podía fumar en todas partes.
Tras 12 años como médico he visto a muchísima gente morir por haber estado expuesto al tabaco. Es descorazonador que la Sanidad madrileña, después de haber hecho ocho nuevos hospitales, se empeñe en llenarlos de esta manera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de enero de 2010