Al ver la foto de los sabios con José Luis Rodríguez Zapatero, en el despacho, uno tiende a pensar en la poca seriedad de la reunión: el presidente, hablando con Jacques Delors; Felipe González, con Pedro Solbes; la ministra de Economía, olvidada e intentando captar lo que otros hablan...
Para completar la percepción que el lector puede tener de tal encuentro, se les ve sentados en butacones que más se parecen a los que se ubican en los salones de hoteles de lujo que en despachos de trabajo.
Desde otra consideración, pienso que no es el mayor acierto convocar a los mencionados altos cargos para abordar la solución a la salida del negro túnel de la economía; sí lo sería -entiendo- contar con su experiencia y consejo, pero en el ámbito de la discreción y sin la publicidad mediática.
Los verdaderos gurús de la solución deberían ser competentes economistas, desvinculados de opciones políticas y partidos, con suficiente independencia y generosidad para abdicar de posiciones equivocadas. Naturalmente, asistidos con los datos y consejos de especialistas en otras áreas complementarias de la economía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de enero de 2010