Antes de que Mariano Rajoy pronunciara su discurso inaugural del año político tras las vacaciones navideñas, en el que pidió a los suyos que no creen problemas internos, sólo había pedido la palabra Manuel Fraga, que no hizo mucho caso a esas peticiones repetidas del líder y puso, de nuevo, el dedo en la llaga del liderazgo de Rajoy.
El presidente fundador destacó que Zapatero está bajando en valoración y el partido consolida su ventaja, pero recordó que Rajoy sigue muy por debajo de Zapatero en la valoración. A nadie se le escapó que era una pulla al líder, y no hubo aplausos, aunque muchos dirigentes comentaban que fue más suave que hace unos meses, cuando, al analizar una encuesta del CIS, señaló que Zapatero seguía arrasando en el voto femenino y estaba mucho mejor valorado que Rajoy.
Ayer Fraga ofreció incluso la receta para mejorar esa valoración. Propuso que el líder del PP "se aplique a una clara y determinada defensa de la unidad de España y de la Constitución".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de enero de 2010