Los partidos no son sociedades secretas que además resulta están prohibidas en la Constitución de 1978. No encuentro el precepto de la Ley de Partidos que diga que los afiliados son secretos, ni creo que el PP sea una sociedad secreta, pues en ese caso habría que estudiar su disolución como tal. Pienso que esta cuestión es importantísima para valorar la labor investigadora de los medios y su obligación de divulgar los hechos noticiables, veraces y de interés general, al amparo de la libertad de información internacionalmente reconocida como fundamental y esencia de la democracia. Internet es un medio de comunicación de acceso público y en Internet reside la comunicación electrónica pública, como lo es la impresa, bajo las mismas reglas.
Hago pública mi protesta por lo sucedido y me solidarizo y adhiero a los planteamientos jurídicos de defensa de Irago y Anido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de enero de 2010