El lehendakari concedió ayer a Radio Euskadi su primera entrevista del año. Una intervención en la que realizó un completo balance de sus ocho primeros meses de gobierno, polémicas incluidas, y de los retos para 2010. La labor de oposición del PNV y su papel en la política vasca centraron buena parte de la intervención.
- Iñigo Urkullu. López reservó parte de sus declaraciones al presidente peneuvista, Iñigo Urkullu, a quien se comprometió a llamar para restablecer las "buenas relaciones" e "institucionalizar" los contactos entre el Gobierno y "el principal partido de la oposición", aunque advirtió que lo hará "sin que tenga que ser a costa de nada". "Las relaciones políticas son siempre plurales", advirtió, en una clara defensa del acuerdo de bases firmado con el PP. "Lo mejor para Euskadi es el entendimiento entre todos", zanjó.
- Políticas de empleo. El lehendakari hizo referencia también a la polémica suscitada en torno a la transferencia y reconoció su "malestar" por el acuerdo alcanzado entre el PNV y el PSOE en el Congreso, ya que "se han perjudicado los intereses de la sociedad vasca". No obstante, aclaró que los gobiernos central y autonómico están trabajando para que la competencia llegue "cuanto antes", pese al "veto pactado" por la formación jeltzale. "Hay un centenar de personas negociando, la mitad de cada parte", destacó.
- Nuevo Guggenheim. López no eludió la controversia surgida en torno al futuro Guggenheim de Urdaibai. Insistió en que no está convencido de su idoneidad, ya que no se ha aclarado si el objetivo es propiciar el desarrollo de la comarca o "crear otro macromuseo" de una franquicia en una reserva de la biosfera. En este sentido, abogó por debatir el proyecto en una mesa institucional y "no ante los medios con bravuconadas", como a su juicio ha hecho el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao.
- Reflexión abertzale. El jefe del Ejecutivo se refirió también al debate interno de la izquierda abertzale y recordó que, "si quiere hacer política", la tendrá que hacer "como los demás". Es decir, "rompiendo amarras definitivamente con la violencia". "Desgraciadamente, lo que hemos visto es que esa reflexión va en teoría por un lado, mientras que ETA va por otro", lamentó, en referencia a la furgoneta con explosivos interceptada el domingo en Zamora y a las últimas detenciones
practicadas en Portugal y Francia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de enero de 2010