Recuperada la ilusión con la llegada de Fernando Alonso, Ferrari no se plantea otra cuestión que ganar los títulos mundiales de pilotos y marcas la próxima temporada. Así de contundente se mostró ayer su director, Stefano Domenicali, en Madonna di Campiglio. "El año pasado ganamos una sola carrera y eso debe cambiar", afirmó; "estamos en el buen camino. Tenemos la sensación de que seremos muy competitivos. Si es así, Alonso lo tendrá todo para batir a [Michael] Schumacher".
Nadie en Ferrari quiere mostrar que el español, dos veces campeón (2005 y 2006), tiene prioridad sobre su compañero, Felipe Massa. Sin embargo, eso es exactamente lo que se está detectando en el equipo. El carisma de Alonso deja al brasileño en el ostracismo, por más que todo el mundo le nombre siempre al lado del asturiano. "¿Si sus relaciones serán explosivas?", respondió Domenicali a la pregunta de un periodista británico; "si con ello quiere decir que son dos pilotos muy competitivos y ambiciosos, sí. Pero los dos saben que el equipo va por delante. En los últimos años, Massa y [Kimi] Raikkonen ya se ayudaron para intentar ganar títulos. Y también lo harán Fernando y Felipe si es necesario. Son más racionales de lo que muchos creen".
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Alonso ha llegado a Ferrari como un ciclón. Ha viajado varias veces a Maranello y tiene un diálogo abierto con los ingenieros para mejorar el nuevo monoplaza. "Llega en el momento justo tanto para él como para nosotros", repitió Domenicali; "tiene sed de victorias y es competitivo. Ayudará a consolidar la recuperación de la escudería. Es el único que ha vencido a Schumacher".
En Italia, la llegada de Alonso ha sido celebrada. "Es un gran campeón y es mucho más simpático que Raikkonen", comentó uno de los monitores de esquí que colabora con Ferrari; "nos sentimos traicionados por Schumacher". La misma sensación existe en el equipo. "Hay muchos seguidores que nos han mostrado su enfado", reconoce Domenicali, "pero no podemos olvidar todo lo que nos ha dado y le hemos dado. Tenerle enfrente es un gran acicate porque queremos demostrarle que seguimos siendo los mejores".
La cuestión principal es saber si el equipo podrá dar a Alonso un coche -se presenta en Maranello el 28 de enero- capaz de ganar: "Tenemos bases sólidas para vislumbrar la temporada con optimismo. Volveremos a los máximos niveles de competitividad, cuidando especialmente la fiabilidad, el consumo, los frenos y los neumáticos, puntos clave de la próxima campaña". Alonso probará el coche en Valencia el 2 y el 3 de febrero mientras Massa lo estrenará el 1. Los tests concluirán en Barcelona entre el 22 y el 25. "Allí sabremos exactamente dónde estamos", concluyó Domenicali. Hoy, Alonso cogerá la palabra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de enero de 2010