De un tiempo a esta parte se viene observando una operación judicial e inquisitorial de acoso y derribo dirigida contra el juez don Baltasar Garzón por parte de determinados colectivos, buscando irregularidades e incluso delitos en su trayectoria profesional. El juez Garzón lleva toda su carrera luchando con éxito, entre otras cosas, contra los narcotraficantes, los terroristas y la corrupción política. Por los sumarios de los dos primeros temas lleva muchos años jugándose literalmente la vida, en defensa de la ley y de todos los ciudadanos a los que esas lacras nos afecta y mucho.
Lo curioso es que esos colectivos minoritarios a los que gustaría su destrucción son los que se consideran más patriotas españoles, los que más gustan de enarbolar la bandera rojigualda. Los demócratas esperamos que los compañeros de carrera del juez le sigan dejando trabajar contra el crimen organizado y en la búsqueda de la justicia, que su objetivo por el que todos los ciudadanos de bien le estamos agradecidos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de enero de 2010