El PSE-EE criticó ayer que el plan impulsado por la Diputación de Guipúzcoa para fomentar la paz y fortalecer la memoria de las víctimas no tiene en cuenta la situación de las 41.000 personas amenazadas por ETA en el País Vasco. El grupo socialista en las Juntas Generales de Guipúzcoa está preparando alegaciones a dicho plan.
Para preparar su aportación, los socialistas se reunieron ayer con representantes de nueve asociaciones de víctimas y organizaciones que trabajan por la paz, con el objetivo de conocer su opinión sobre el plan foral y recoger sus propuestas.
Integrantes de Lokarri, la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Covite, la Fundación Fernando Buesa, la Asociación de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, la Fundación para la Libertad, la Asociación de Víctimas del Terrorismo Santiago Apóstol, la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo y Zaitu, la Asociación de Amenazados de Euskadi, acudieron a la reunión, mientras que otras han remitido sus aportaciones por escrito.
Astudillo, portavoz del PSE-EE en las Juntas de Guipúzcoa, sostiene que el plan, presentado por el diputado general, Markel Olano (PNV), como un marco estable de apoyo a las víctimas, contiene carencias y "vaguedades", al no incluir ninguna referencia a los amenazados y al tratar de forma insuficiente el problema de la "falta de libertad". La iniciativa del Consejo de Gobierno foral, en noviembre de 2009, fue reconocida por lo que suponía de aportación desde una institución en manos nacionalistas.
A juicio de los socialistas, Guipúzcoa necesita un "plan de víctimas en condiciones", ya que este territorio es el que concentra el mayor número de personas asesinadas por ETA, 319 de las 877 víctimas mortales causadas por la organización terrorista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de enero de 2010