El tortuoso proceso de redacción de la ley electoral catalana chocó ayer con un nuevo escollo al denunciar el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) que el modelo que impulsa Convergència i Unió (CiU) permitiría algo tan ilógico como que la federación nacionalista se hiciera con la mayoría absoluta de la Cámara catalana con sólo el 31% de los votos.
La propuesta de CiU daría, según los cálculos socialistas, entre 70 y 72 diputados a la federación nacionalista, frente a los 48 actuales; al PSC, 35, dos menos que ahora; a ERC, 12, nueve menos; al PP, que tiene 14, entre siete y ocho menos; a ICV-EUiA, seis menos, y a C's, entre uno y dos, frente a los tres actuales.
El diputado del PSC David Pérez advirtió a los nacionalistas de que con esta propuesta sobre la mesa será "muy difícil" llegar a un acuerdo, por lo que les instó a "rehacerla". Pérez, además, acusó al presidente de CiU, Artur Mas, de haber iniciado demasiado "pronto" su carrera electoral y vaticinó que llegará "agotado a los últimos 100 metros".
Por otra parte, la asociación Ciutadans pel Canvi (CpC), vinculada al PSC en el Parlament, presentó ayer en la Cámara 88.926 firmas de apoyo a su iniciativa legislativa popular (ILP) en favor de una ley electoral catalana al margen de la que proponen los socialistas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de enero de 2010