La mayor parte de las escuchas están centradas en el inspector José Ramón Vázquez Río, quien, ante uno de los interlocutores que supuestamente se había interesado por retirar una sanción, expresa su malestar por tener que pedirle el favor a alguien llamado Chuqui. Sucede en un caso en el que la persona que se interesa por la sanción dice hacerlo en nombre de su jefa, tras facilitar el número del agente sancionador. En ese momento el inspector reacciona con estupor: "¡Hostia! Este, este Chuqui, macho, me cago en Dios".
Cuando el peticionario le pregunta si es un joven, Vázquez Río responde: "Joder, es un pelmazo que te cagas". "Ya se lo pedí doscientas [veces] por lo menos. Me cago en el tío de Dios. Bueno, venga", asiente. "Yo lo siento, es de la jefa", replica el interlocutor.
En otro caso de conducción temeraria adquiere el compromiso de interesarse por la sanción, aunque no garantiza su retirada. "Mira", dice en referencia al sancionador, "voy a hablar con él a ver qué me dice, pero... no sé si será nada Arturín, que la cosa está muy jodida en este tema ahora". Tras escuchar nuevas explicaciones, insiste: "Bueno, pues ya hablamos con él a ver que pasa. Venga".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de enero de 2010