Hay una parte residual del nacionalismo gallego radical que es refractaria a la cultura y a la lengua española. Hay una parte, no tan residual, del nacionalismo español en Galicia, militante o simpatizante del PP sobre todo, pero también, aunque ciertamente en mucha menor medida, presente en el PSOE, y que quizá acabe apoyando a UPyD, que es refractaria a la cultura y a la lengua gallega. Se trata de un problema de formación cultural, de educación en definitiva.
La responsabilidad del Gobierno de la Xunta, sea cual sea su color, es trabajar para instruir a esas minorías en el reconocimiento del valor de la cultura española y, sobre todo, de la cultura gallega para conseguir que todos los ciudadanos de este país apoyen la normalización cultural del gallego sin renunciar, obviamente, a las ventajas que nos concede el español.
El idioma gallego es el principal activo cultural de Galicia, también para aquellos gallegos que no lo hablan nunca. Nadie renunciará a conocer el castellano, pero si sale adelante lo que propone la Xunta en las Bases para o decreto do plurilingüismo, puede haber muchos gallegos que renuncien a dominar la lengua propia de la comunidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de enero de 2010