La estatua del fundador de La Legión, José Millán-Astray, duerme desde ayer en los talleres municipales de A Coruña, encerrada en un ataúd de madera pintado de verde oscuro. La efigie, de tres metros de alto, fue retirada ayer a las ocho de la mañana de la pequeña y céntrica plaza coruñesa que presidía desde hacía 39 años y cuatro meses en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, que obliga a la retirada de la simbología de exaltación de los golpistas de 1936 y de la posterior dictadura franquista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de enero de 2010