Cuando vio el fuego en su casa, intentó apagarlo y, al darse cuenta de que no podía, salió corriendo y dejó la puerta abierta tras de sí. Este detalle pudo haber causado una tragedia, ya que el hueco de la escalera del edificio podría haber hecho el llamado efecto chimenea, pero, afortunadamente, el fuego no afectó a más pisos.
El suceso ocurrió ayer por la mañana en el número 63 de la calle del Arroyo de la Media Legua, situada en el distrito de Moratalaz. Un hombre de 75 años, que vivía en el bajo del edificio, resultó herido con quemaduras importantes en los dos brazos; también sufrió quemaduras internas por inhalación de humo. Se encuentra ingresado en el hospital La Paz en estado muy grave, según informó ayer un portavoz de Emergencias Madrid.
El incendio se produjo unos minutos antes de las doce del mediodía. El fuego se inició probablemente por un cortocircuito o por un chispazo eléctrico, ya que se oyó una detonación en el piso, aunque todavía se está investigando el origen de las llamas. El hombre que resultó herido salió corriendo tras extenderse el incendio y se refugió en casa de un vecino en el primer piso. El humo comenzó entonces a salir por el hueco de la escalera y alertó al resto de las personas que en ese momento se encontraban en el edificio.
Cinco dotaciones de bomberos del Ayuntamiento de Madrid acudieron rápidamente al lugar y se encontraron con que algunos habitantes del inmueble se mostraban muy asustados, pues pensaban que el fuego iba a llegar a sus casas. Les aconsejaron no salir de sus casas y cerrar puertas y ventanas para no resultar afectados por el humo.
En poco más de 15 minutos los bomberos consiguieron apagar completamente el incendio. El fuego sólo afectó de lleno al bajo donde comenzó, mientras que otras dos casas situadas en la primera planta resultaron dañadas por el humo. Los bomberos ventilaron luego el inmueble, por lo que ninguno de los vecinos tuvo que ser desalojado.
Además de al hombre que resultó herido muy grave, los miembros del SAMUR tuvieron que atender a otras cuatro personas, que se encontraban afectadas levemente por inhalación de humo y algunas por crisis de ansiedad. Todas fueron dadas de alta allí mismo y no tuvieron que ser hospitalizadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de enero de 2010