"Mi ambición de la niñez era tomar el escenario ante 80.000 aficionados al fútbol, y acabé consiguiéndolo. Ahora, el reto es conquistar un teatro con 400 espectadores". El francés Eric Cantona, ganador de cuatro ligas con el Manchester United y leyenda indiscutible entre las huestes de Old Trafford, un estadio precisamente apodado "el teatro de los sueños", debuta esta noche sobre unas tablas bien diferentes: va a ser protagonista en una obra que versa sobre la muerte.
Cantona afronta con filosofía el estreno de Face au paradis en el parisiense Théatre Marigny -"si no te expones al peligro, nunca sabrás quién eres"-, que considera un paso natural en la carrera de actor labrada desde su retirada del campo a finales de los noventa. También pintor, fotógrafo y poeta; a sus 43 años, ha revelado una tremenda versatilidad artística que contrasta con la rudeza en sus tiempos de gloria futbolística, cuando propinó una patada a un aficionado que le insultó.
Además de participar en largometrajes como Buscando a Eric, de Ken Loach, en la que se interpreta a sí mismo, el ex futbolista ya disfruta del reconocimiento de la crítica francesa gracias a la encarnación en telefilmes de un detective poco convencional. La directora de la función teatral, Rachida Brakni, es su segunda esposa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de enero de 2010