Mientras convertía sus recuerdos más íntimos en un minucioso cómic -hasta 48 viñetas por página-, el ilustrador David Heatley (Nueva Jersey, 1974) tenía en la cabeza la canción My head is hanging upside down, de los Ramones. Se convirtió en su himno. Tocarla y cantarla -ha hecho su propia versión- es una manera de canalizar su ira para no volverse loco. Así nació su primer libro, que tomó prestado el título de la canción y que edita Norma Comics.
Heatley, en la estela de grandes ilustradores underground como Daniel Clowes o Chris Ware, está en Barcelona para presentar su cómic (lo firma esta tarde en la tienda de Norma) y, de paso, para mostrar su faceta como cantautor en un concierto que ofrecerá hoy (22.00 horas) en el bar Minusa de Barcelona.
Sus memorias sexuales, caso por caso, detalle a detalle, colman el inicio del cómic. "La mayoría de las relaciones sexuales que tuve antes de conocer a mi mujer no tenían sentido, estaban vacías. En realidad, en el libro hablo del deseo de estar con alguien", aclara.
La relación con la cultura negra es otro de los ejes de su vida. "Desde pequeño me he relacionado con gente negra. Aquí dibujo lo que piensa un hombre blanco sobre uno negro, cómo los prejuicios toman forma. Hay que hablar del racismo para superarlo", dice.
"La historia de mi madre [hace una pausa para contar que nació en una familia desestructurada] es la de alguien que he odiado toda mi vida. Convirtiéndola en un dibujo conseguí verla de otro modo, logré quererla, aunque una parte de mí todavía la odia", suelta con franqueza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de enero de 2010