Unos 75 metros de la valla fronteriza de Melilla y Marruecos fueron derribados ayer por la fuerza del agua en la crecida del río Oro, cuyo cauce pasó en segundos de una altura de medio metro a cuatro metros y medio, por las fuertes lluvias. Los bomberos tuvieron que rescatar de su garita a un guardia civil, y se reforzó la vigilancia en ésa y otras zonas del perímetro fronterizo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de enero de 2010