Caja Mediterráneo (CAM) presentó ayer las primeras cuentas de la crisis que reflejan una caída del beneficio. Si en 2008 la caja alicantina todavía ganó un 1,2% más, el año pasado cerró sus cuentas con un resultado de 203,4 millones, un 47,9% menos. La entidad, que presentó por segundo año su resumen financiero en Madrid, destinó 1.136 millones a provisiones "con carácter prudencial".
La caja destacó que "todos los márgenes" han registrado una evolución positiva y subrayó que ha logrado rebajar el índice de mora hasta el 4,53%. La morosidad ha bajado en comparación con el trimestre anterior (cuando se situó en el 5,77%) pero sigue creciendo en relación con hace un año (3,77%). La CAM destaca, en cualquier caso, que sus datos son mejores que la media de su sector, que ha fijado su índice de morosidad en el 4,91%. Su tasa de cobertura se sitúa en el 71%.
Sobre este asunto fue ayer preguntado el director general de la CAM, Roberto López, que considera que "lo peor de la morosidad inmobiliaria" ya ha pasado. López aseguró que la caja tiene activos inmobiliarios por importe de 2.000 millones de euros. López insistió en que la venta de viviendas crece con claridad desde mayo pasado y más aún durante el mes de enero.
La CAM fue preguntada por fusiones. López consideró que ha habido "demasiadas especulaciones" sobre la integración con Caja Madrid. Por su parte, el presidente de la entidad, Modesto Crespo, reiteró el mensaje de que la pretensión de la CAM es liderar cualquier eventual fusión que protagonice y negó sentirse presionado por la Generalitat para unirse con Bancaja.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de enero de 2010