La decisión del Gobierno viene a corroborar lo que ya anunciaba el PSdeG, "que los atajos no son buenos", aseguró el secretario general del partido, Manuel Vázquez. Después, acusó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de convertir la Lei de Caixas en "el principal obstáculo cuando tenía que ser la principal solución" para las entidades.
"Este problema no se puede resolver a bofetadas", recetó Vázquez, que pidió diálogo con los partidos y las cajas. "Es necesario buscar fórmulas de encuentro entre todos", reclamó, antes de asegurar que si el mejor camino es la fusión, el PSdeG trabajará para conseguirla. Lo que no vale, advirtió, es cambiar la ley por una que "conculca" la legislación del Estado y "de paso", sirve para que la Xunta "tome el control político" de las cajas.
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Vázquez rehusó apoyar la manifestación contra la fusión convocada "a título personal" por el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero. Sin embargo, en el PSdeG no gusta el llamamiento, y menos que no se paralice tras el paso dado por el Gobierno, según fuentes próximas la dirección.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de enero de 2010