Se ha conocido la sanción a varias compañías por parte del Tribunal de la Competencia por cometer cártel (reparto de mercado o acuerdo de precio). La treta consistió en reducir progresivamente la capacidad del envase de los productos (hasta un 15%) manteniendo el precio, aumentando por lo tanto el margen de beneficio. Ha sido necesario que una de las empresas implicadas delatase el pacto para que se produjera la sanción, sin que nadie por parte de la Administración se percatara.
Además de la multa, y para comulgar con la conocida ética empresarial, sería conveniente que esas empresas fueran obligadas a vender sus productos con el formato anterior al pacto, o en su defecto a reducir el precio del que ahora venden. La sanción económica no le sirve de nada al españolito de a pie, que seguirá adquiriendo los productos al mismo precio. Es más frecuente de lo que pudiera parecer, no sólo por parte de los fabricantes, sino a su vez por parte de las grandes superficies. Es lamentable la permisividad de las autoridades que ven cómo, por ejemplo, en los meses de rebajas se produce un inflado previo de los precios o una reducción de la calidad de los productos rebajados. Claro que a más facturación, más recaudación, y es que Hacienda somos todos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de enero de 2010