Mi compañía eléctrica decide, al parecer por sugerencia del ministro Sebastián, cobrarme la luz mensualmente. Pero por lo visto no está dispuesta a mantener un inspector que lea mi contador en idéntico periodo, así que un mes lo lee y al siguiente "lo estima". Lo gracioso, por decir algo, es que a veces "estima" que he consumido más de lo que acostumbro y me castiga con una multa que goza también del beneplácito del ministro Sebastián. Y es que, al parecer, yo tengo que consumir siempre lo mismo, sin importar que haya temporadas en que apenas piso mi casa y otras en que sólo salgo para trabajar, haga además un frío que me obliga a tener encendido hasta el tostador de pan para no congelarme.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de febrero de 2010