En una nueva muestra de ambigüedad calculada, el ministro de Exteriores iraní, Manucher Mottakí (en la foto), anunció ayer en la Conferencia de Seguridad de Múnich un "acuerdo cercano" sobre el programa nuclear, sin ofrecer ninguna propuesta. La maniobra fue recibida con escepticismo por EE UU y Europa y amplió la brecha entre Occidente, Rusia y China.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de febrero de 2010