Agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía custodiaban ayer, dentro y fuera, la sala cuarta de la Audiencia de Valencia. 15 imputados, del clan de Los Mantequilla, ocho de ellos en prisión, se sentaron en el banquillo de los acusados por matar a cuatro miembros del clan de Los Kung-fu el 30 de marzo de 2006 en el barrio de L'Alquerieta de Alzira (Valencia).
Los acusados no dieron su versión de los hechos ni usaron su último turno de palabra. Cuatro aceptaron 14 años por las muertes, y el resto, penas de dos a seis años.
Aquel día, los acusados, en tres coches, se presentaron en casa de sus rivales, porfiaban por una hija menor que se negaba a contraer un matrimonio. La policía recogió casi un centenar de casquillos. Vaciaron los cargadores de todas las armas que llevaron. Se marcharon dejando la casa salpicada de cadáveres y una mujer herida a la que intentaron rematar, sin éxito, en el hospital en el que fue atendida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de febrero de 2010